martes, 16 de abril de 2013

ENTREVISTAS: Dr. Manuel Pera

Es un honor inaugurar el tercer trimestre de este curso de la Asociación publicando la entrevista que realizamos a nuestro presidente honorífico, el Dr. Manuel Pera.

En ella repasamos algunos de los hechos más relevantes de su vida relacionados con la medicina como, por ejemplo, la importancia que tuvo su familia en la búsqueda de una profesión o las gratas y recomendables experiencias que vivió ejerciendo fuera de España, tanto en la Clínica Mayo como una etapa no tan conocida en la que estuvo ejerciendo en Alemania. Además, durante la entrevista se habló de aspectos personales que permiten conocer un poco mejor la gran dedicación del Dr. Pera  hacia los pacientes y, afortunadamente, a nosotros los estudiantes.

Por todo lo dicho, queremos agradecer al Dr. Pera el tiempo que nos prestó para la entrevista (además de agradecer todo el trabajo dedicado a la AQG)  y os invitamos a todos a leerla.


¿Qué le hizo decidirse a entrar en el mundo de la cirugía?
En mi caso había una gran tradición familiar. Tanto mi abuelo, como mi tío-abuelo y mi padre eran reconocidos médicos; motivo por el que desde mi infancia viví con entusiasmo la medicina. Cuando empecé mis estudios en el Hospital Clínico, mi interés se desviaba hacia áreas más básicas como la bioquímica o la biología. Posteriormente, el contacto con el paciente y mis experiencias iniciales como alumno interno en el servicio de Cirugía consolidaron mi interés por ella.

¿El hecho de tener antecedentes cirujanos le ha supuesto más dificultades o más exigencias?
Su relevancia supone una doble exigencia, por lo que ha sido siempre un mayor reto. Especialmente cuando te formas en el mismo centro, hay que demostrar una buena profesionalidad ya que siempre te observan con más minuciosidad.  Al mismo tiempo, también ha supuesto un gran estímulo para obtener una formación completa y  seguir adelante con experiencias tan relevantes como completar mis conocimientos en el extranjero. Es importante poder mirar hacia atrás y sentirse reconocido por lo que uno mismo ha hecho y no únicamente por el apellido que lleva.

Cirujano… ¿se nace o se hace?
Como en cualquier otra especialidad, inicialmente puede haber algún estímulo en el entorno que te dirija hacia un posible camino. No obstante, es la experiencia de uno mismo y el transcurso de los años lo que consolida la propia vocación.

¿Qué cualidades debe tener un buen cirujano?
Obviamente, es fundamental asumir los conocimientos de la fisiopatología de la enfermedad y los aspectos técnicos. No obstante, un buen profesional no debe ser únicamente un buen técnico, sino que también debe conseguir una buena relación con el equipo multidisciplinar de su alrededor  y, sobretodo, con el paciente. Concretamente en la cirugía oncológica, la relación médico-paciente resulta imprescindible para superar la gran travesía que supone la enfermedad.

¿Qué siente cuando salva la vida a una  persona? ¿Y, por el contrario, cuando una persona pierde la vida después de la intervención?
En cirugía el grado de responsabilidad es máximo puesto que el paciente se dispone, literalmente, en las manos del profesional. Así, en casos en los que se consigue superar un problema complejo, la satisfacción es máxima y estimulante. Al mismo tiempo, todos los procedimientos quirúrgicos tienen un riesgo y siempre pueden aparecer complicaciones. El hecho de perder un paciente se puede vivir o expresar con más o menos intensidad, pero internamente siempre es duro e impactante.

¿Está satisfecho de toda su trayectoria o cambiaría algún aspecto?
Sinceramente, estoy satisfecho. Dedicarme a una cirugía académica me ha permitido conocer médicos fantásticos y de referencia. Además, el haber consolidado mi formación en Estados Unidos y Canadá ha sido realmente impresionante, no únicamente completando mi formación clínica sino también a nivel personal. Me siento afortunado porque mi trayectoria es bastante coherente: desde el principio he podido dedicarme al área en la que intuí que tenía interés y he podido formarme al máximo nivel en ella. Globalmente sí, estoy satisfecho.

Entonces, ¿aconsejaría a los estudiantes que completen la formación fuera de España?
Sí, sin duda.

¿Qué objetivos le quedan por cumplir como profesional?
Objetivos quedan muchísimos, puesto que aparecen nuevos constantemente. Hay que mantener la curiosidad y el interés por alcanzar el máximo nivel y hacer cosas innovadoras, independientemente de las facilidades que proporcione el entorno. En este sentido, soy consciente que estamos pasando por una época de crisis que limita potencialmente la posibilidad de desarrollar nuevas ideas, a diferencia de cuando estuve en la Clínica Mayo, dónde las posibilidades económicas eran muy superiores. Aún así, hay que saber adaptarse al ambiente e intentar mantenerse siempre en activo.

¿Es difícil mantenerse siempre actualizado?
Actualmente, el acceso inmediato a las tecnologías es fantástico para actualizarse. Al mismo tiempo, el exceso de información supone una mayor exigencia por discernir las fuentes adecuadas y válidas de las que no lo son.  Es indudable que nuestra profesión requiere una formación continua, así como una modificación constante de nuestras estrategias para estar actualizado de las nuevas evidencias científicas, procedimientos, etc.

¿Cree que los estudiantes salimos suficientemente bien preparados?
Mi experiencia personal dice que, globalmente, el nivel de conocimiento ha aumentado, así como también el interés y la dedicación. Es indudable que la preparación del examen MIR os obliga a adquirir muchísima información, pero también pienso que las prácticas son realmente importantes para finalizar los estudios con un conjunto de habilidades y competencias, además de asentar las bases de la buena profesionalidad.

¿Cree que el examen MIR es justo para escoger especialidad?
Realmente es el sistema más objetivo, aunque sería muy interesante acompañar el proceso de selección con una entrevista. En el modelo anglosajón, la entrevista resulta fundamental para estudiar los aspectos subjetivos e identificar a los mejores, puesto que siempre hay que valorar otras competencias como las habilidades comunicativas, etc. Este aspecto es interesante ya que la institución también participa en la selección.

¿En qué grado cree que afectan las políticas de recortes en la calidad asistencial?
Hemos vivido unos años de exceso económico que probablemente han fomentado que la actividad médica no haya sido la más eficiente, entendiendo por eficiencia el mejor resultado al menor coste. En estos momentos de crisis, somos conscientes que determinadas prácticas pueden realizarse con más efectividad. No obstante, dejando de lado esta consideración, indudablemente los recortes económicos repercuten en la calidad asistencial, y más cuando se realizan indiscriminadamente y con desconocimiento. Antes de recortar, es imprescindible analizar los requerimientos de cada servicio para gestionarlos adecuadamente.
Centrándome en la cirugía, los recortes han impactado directamente sobre el personal y las listas de espera, que a la vez repercuten negativamente sobre la evolución de la enfermedad. En muchos hospitales los médicos estamos haciendo un gran esfuerzo por mantener la calidad a expensas de una mayor dedicación, pero clarísimamente esta situación no puede mantenerse por mucho tiempo. Sin lugar a dudas, el impacto es negativo y el deterioro será cada vez mayor.

Usted ha conocido muchos modelos de sanidad… ¿medicina pública o privada?
Soy partidario de la coexistencia y la compaginación. La sanidad pública, haciendo los ajustes pertinentes, se podría mantener con un buen nivel de calidad.

Por último, ¿cree en la homeopatía o la medicina alternativa?
Como sabéis, una parte muy importante del paciente es el aspecto emocional. Creo que en determinadas circunstancias puede resultar interesante buscar otras soluciones, aunque siempre utilizándolas como complemento. Únicamente tengo experiencia personal en el ámbito de la acupuntura, puesto que yo mismo recurrí a ella en el postoperatorio de una intervención.

Durante la entrevista ha hablado de referentes que le han inspirado a lo largo de su carrera. ¿Cree usted que puede ser dicho referente para los estudiantes a los que ahora imparte docencia?
En la sociedad anglosajona es muy frecuente la idea de devolver lo que uno ha conseguido como acto de generosidad. Personalmente, me gusta esta idea e intento llevarla a cabo a lo largo de mi vida, intentando transmitir lo que yo mismo recibí. Así, creo que es importante facilitar o ayudar con mi experiencia a todos los estudiantes y residentes que estén a mi cargo. Es más, considero que una buena formación es parte de mi responsabilidad.

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