En ella repasamos algunos de los hechos más relevantes de su vida
relacionados con la medicina como, por ejemplo, la importancia que tuvo su
familia en la búsqueda de una profesión o las gratas y recomendables
experiencias que vivió ejerciendo fuera de España, tanto en la Clínica Mayo
como una etapa no tan conocida en la que estuvo ejerciendo en Alemania. Además,
durante la entrevista se habló de aspectos personales que permiten conocer un
poco mejor la gran dedicación del Dr. Pera hacia los pacientes y, afortunadamente, a
nosotros los estudiantes.
Por todo lo dicho, queremos agradecer al Dr. Pera el tiempo que nos
prestó para la entrevista (además de agradecer todo el trabajo dedicado a la
AQG) y os invitamos a todos a leerla.
¿Qué le hizo decidirse a entrar en el mundo de la cirugía?
En mi caso había una gran
tradición familiar. Tanto mi abuelo, como mi tío-abuelo y mi padre eran
reconocidos médicos; motivo por el que desde mi infancia viví con entusiasmo la
medicina. Cuando empecé mis estudios en el Hospital Clínico, mi interés se
desviaba hacia áreas más básicas como la bioquímica o la biología.
Posteriormente, el contacto con el paciente y mis experiencias iniciales como
alumno interno en el servicio de Cirugía consolidaron mi interés por ella.
¿El hecho de
tener antecedentes cirujanos le ha supuesto más dificultades o más exigencias?
Su relevancia supone una doble exigencia,
por lo que ha sido siempre un mayor reto. Especialmente cuando te formas en el
mismo centro, hay que demostrar una buena profesionalidad ya que siempre te
observan con más minuciosidad. Al mismo
tiempo, también ha supuesto un gran estímulo para obtener una formación
completa y seguir adelante con
experiencias tan relevantes como completar mis conocimientos en el extranjero.
Es importante poder mirar hacia atrás y sentirse reconocido por lo que uno
mismo ha hecho y no únicamente por el apellido que lleva.
Cirujano… ¿se nace o se hace?
Como en cualquier otra especialidad,
inicialmente puede haber algún estímulo en el entorno que te dirija hacia un
posible camino. No obstante, es la experiencia de uno mismo y el transcurso de
los años lo que consolida la propia vocación.
¿Qué cualidades debe tener un
buen cirujano?
Obviamente, es fundamental asumir los
conocimientos de la fisiopatología de la enfermedad y los aspectos técnicos. No
obstante, un buen profesional no debe ser únicamente un buen técnico, sino que
también debe conseguir una buena relación con el equipo multidisciplinar de su
alrededor y, sobretodo, con el paciente.
Concretamente en la cirugía oncológica, la relación médico-paciente resulta
imprescindible para superar la gran travesía que supone la enfermedad.
¿Qué siente cuando salva la vida a una
persona? ¿Y, por el contrario, cuando una persona pierde la vida después
de la intervención?
En cirugía el grado de responsabilidad es
máximo puesto que el paciente se dispone, literalmente, en las manos del
profesional. Así, en casos en los que se consigue superar un problema complejo,
la satisfacción es máxima y estimulante. Al mismo tiempo, todos los
procedimientos quirúrgicos tienen un riesgo y siempre pueden aparecer complicaciones.
El hecho de perder un paciente se puede vivir o expresar con más o menos
intensidad, pero internamente siempre es duro e impactante.
¿Está satisfecho de toda su trayectoria o
cambiaría algún aspecto?
Sinceramente, estoy satisfecho. Dedicarme
a una cirugía académica me ha permitido conocer médicos fantásticos y de
referencia. Además, el haber consolidado mi formación en Estados Unidos y Canadá
ha sido realmente impresionante, no únicamente completando mi formación clínica
sino también a nivel personal. Me siento afortunado porque mi trayectoria es
bastante coherente: desde el principio he podido dedicarme al área en la que
intuí que tenía interés y he podido formarme al máximo nivel en ella.
Globalmente sí, estoy satisfecho.
Entonces, ¿aconsejaría a los estudiantes que
completen la formación fuera de España?
Sí, sin duda.
¿Qué objetivos le quedan por cumplir como
profesional?
Objetivos quedan muchísimos, puesto que aparecen
nuevos constantemente. Hay que mantener la curiosidad y el interés por alcanzar
el máximo nivel y hacer cosas innovadoras, independientemente de las
facilidades que proporcione el entorno. En este sentido, soy consciente que
estamos pasando por una época de crisis que limita potencialmente la
posibilidad de desarrollar nuevas ideas, a diferencia de cuando estuve en la
Clínica Mayo, dónde las posibilidades económicas eran muy superiores. Aún así,
hay que saber adaptarse al ambiente e intentar mantenerse siempre en activo.
¿Es difícil mantenerse siempre
actualizado?
Actualmente, el acceso inmediato a las
tecnologías es fantástico para actualizarse. Al mismo tiempo, el exceso de
información supone una mayor exigencia por discernir las fuentes adecuadas y
válidas de las que no lo son. Es
indudable que nuestra profesión requiere una formación continua, así como una
modificación constante de nuestras estrategias para estar actualizado de las
nuevas evidencias científicas, procedimientos, etc.
¿Cree que los estudiantes salimos
suficientemente bien preparados?
Mi experiencia personal dice que,
globalmente, el nivel de conocimiento ha aumentado, así como también el interés
y la dedicación. Es indudable que la preparación del examen MIR os obliga a
adquirir muchísima información, pero también pienso que las prácticas son
realmente importantes para finalizar los estudios con un conjunto de
habilidades y competencias, además de asentar las bases de la buena
profesionalidad.
¿Cree que el examen MIR es justo para
escoger especialidad?
Realmente es el sistema más objetivo,
aunque sería muy interesante acompañar el proceso de selección con una
entrevista. En el modelo anglosajón, la entrevista resulta fundamental para
estudiar los aspectos subjetivos e identificar a los mejores, puesto que
siempre hay que valorar otras competencias como las habilidades comunicativas,
etc. Este aspecto es interesante ya que la institución también participa en la
selección.
¿En qué grado cree que afectan las
políticas de recortes en la calidad asistencial?
Hemos vivido unos años de exceso económico
que probablemente han fomentado que la actividad médica no haya sido la más
eficiente, entendiendo por eficiencia el mejor resultado al menor coste. En estos
momentos de crisis, somos conscientes que determinadas prácticas pueden
realizarse con más efectividad. No obstante, dejando de lado esta
consideración, indudablemente los recortes económicos repercuten en la calidad
asistencial, y más cuando se realizan indiscriminadamente y con
desconocimiento. Antes de recortar, es imprescindible analizar los
requerimientos de cada servicio para gestionarlos adecuadamente.
Centrándome en la cirugía, los recortes han
impactado directamente sobre el personal y las listas de espera, que a la vez
repercuten negativamente sobre la evolución de la enfermedad. En muchos
hospitales los médicos estamos haciendo un gran esfuerzo por mantener la
calidad a expensas de una mayor dedicación, pero clarísimamente esta situación
no puede mantenerse por mucho tiempo. Sin lugar a dudas, el impacto es negativo
y el deterioro será cada vez mayor.
Usted ha conocido muchos modelos de
sanidad… ¿medicina pública o privada?
Soy partidario de la coexistencia y la
compaginación. La sanidad pública, haciendo los ajustes pertinentes, se podría
mantener con un buen nivel de calidad.
Por último, ¿cree en la homeopatía o la
medicina alternativa?
Como sabéis, una parte muy importante del
paciente es el aspecto emocional. Creo que en determinadas circunstancias puede
resultar interesante buscar otras soluciones, aunque siempre utilizándolas como
complemento. Únicamente tengo experiencia personal en el ámbito de la
acupuntura, puesto que yo mismo recurrí a ella en el postoperatorio de una
intervención.
Durante la entrevista ha hablado de
referentes que le han inspirado a lo largo de su carrera. ¿Cree usted que puede
ser dicho referente para los estudiantes a los que ahora imparte docencia?
En la sociedad anglosajona es muy
frecuente la idea de devolver lo que uno ha conseguido como acto de
generosidad. Personalmente, me gusta esta idea e intento llevarla a cabo a lo
largo de mi vida, intentando transmitir lo que yo mismo recibí. Así, creo que es
importante facilitar o ayudar con mi experiencia a todos los estudiantes y
residentes que estén a mi cargo. Es más, considero que una buena formación es
parte de mi responsabilidad.
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